Arranca el late show de City TV: "Dilluns Clapés"
El pasado lunes se estrenó en la tele local de City TV el programa Dilluns Clapés, del que el humorista y dibujante Ferran Martín es guionista. La idea del programa parte de una mesa redonda donde dos invitados fijos, un colaborador, un personaje imitado y un moderador-presentador (Toni Clapés) hablan, polemizan, discuten sobre temas de candente actualidad. El invitado de stea semana fue Jose Corbacho.
Los ítems sobre los que giró el show esta semana fueron: "¿Franco está vivo?", "El tongo de la financiación de los partidos políticos" y "¿Es lícito grabar imágenes de famosos en sitios públicos?". Estos temas se tratan en una mesa-escenario que, a la manera de Crónicas Marcianas, sirve de plataforma para aquellos invitados, colaboradores o personajes que quieran montar un cirio.
Fueron imitados Jiménez Losantos, Alberto Fernández-Díaz, la consellera de interior de la Generalitat Montserrrat Tura y Dinio, que venía a vender una cinta/exclusiva donde decía tener un lío con Belén Esteban y en la cual no se veía nada.
A continuación transcribimos la crítica que hace del programa en El Periódico Ferran Monegal (23-11-2005):
La teoría del caosFerran Monegal
Dicen los grandes fabricantes de programas de TV que a partir de las once de la noche (a partir de las nueve en Estados Unidos) si no se organiza un gran cacao, no hay programa que triunfe. O sea que Toni Clapés, uno de los profesionales más interesantes y más desaprovechados por nuestras cadenas de TV, acaba de estrenarse organizando el suyo (Dilluns, Clapés, City TV).
Sobre una mesa que recuerda un poco aquella que había en Marte, se construye un caos como estructura. Uno se disfraza de Jiménez Losantos. Una ristra de ajos le cruza el pecho. Dice que es la única manera de viajar a Catalunya sin riesgo de que te salga un sarpullido. O sea, somos habitantes de una Transilvania draculina. Sale otro disfrazado de consellera Tura: lleva como broche un enorme radar como los que hay en las carreteras y autovías. Sale otro de Alberto Fernández Díaz: se adorna la americana con ratitas porque dice que en la actual Barcelona es lo que más abunda.
Sale un imitador de Dinio. Dice que se ha pegado el lote con Belén Esteban dentro de un vehículo. Contertulios desperdigados por la mesa gritan pespunteando actualidades de diversa índole. La stripper Chiqui Martí opina sobre la financiación de partidos políticos. La música, estridente y a tope, ayuda a que el caos reine en el plató de manera absoluta. Y Clapés, ataviado con una americana muy bonita --quizá un pelín justa de solapas--, juega a poner un orden imposible. También tuvo su momento el showman Spin.
Vestidito de señora de la limpieza, enarbolaba un vídeo de su hija. Quería que lo pasasen enseguida. Un documento de interés general, sin duda: su niña es amante de Bisbal y Bustamante a la vez, y desea hacer también su particular operación triunfo. Hombre, la dimensión caótica está conseguida. Pero echamos en falta ese repunte de talento de Clapés que añada al caos una dimensión cáustica más profunda. Un punto de lucidez en la locura.
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